Industriales argentinos en alerta por las disparidades para las inversiones en favor del mercado brasileño
Industriales alertaron que la sanción de una reforma laboral en Brasil, que generaría ventaja al sector privado local en términos de costos laborales, ensanchará la brecha de beneficios competitivos para la inversión y dejaría a Argentina relegada en atracción para la ansiada llegada de capitales internacionales en términos de producción.
En la UIA se multiplicaron las caras de preocupación ante las ventajas del socio estratégico que el país tiene en la región, pero que en los últimos años se convirtió en rival directo ante la recesión de ambos mercados en plena crisis de transición política. “Si devalúan el real, es una catástrofe para Argentina. Pero si se mejoran las condiciones para el desarrollo, no sólo van a pensar en exportarnos más sino que muchos van a decidir llevar sus utilidades a Brasil por conveniencia”, alertó un líder fabril.
Sucede que hoy el Senado brasileño podría convertir en ley la polémica ley “trabalhista”, resistida por las centrales sindicales y los movimientos sociales, ya que desterraría derechos importantes garantizados en la vigente Consolidación de las Leyes del Trabajo (CLT).
Los cambios son fuertemente apoyados por las entidades empresariales brasileñas debido a que el proyecto le otorga prioridad, en algunos casos, a los acuerdos entre empresarios y empleados por encima de los convenios colectivos; el fin de la obligatoriedad de la contribución sindical; mayores requerimientos antes de iniciar juicios laborales; límites a las decisiones del Tribunal Superior del Trabajo (TST); la posibilidad de dividir las vacaciones en tres períodos, y la flexibilización de los contratos de trabajo.
En la UIA, reducto en donde se exhibió la necesidad de “actualizar” la Ley de Contrato de Trabajo argentina, dan por desterrada la posibilidad de modificar las reglas de juego laboral, ya que el propio Gobierno desalentó la iniciativa y dejó postergado el inicio de su análisis para después de las elecciones octubre, según dejaron trascender desde Casa Rosada.
El costo laboral es uno de los puntos de mayor énfasis que los industriales pusieron a la hora de abrir las fronteras a las importaciones. “Con la presión fiscal, los costos logísticos y laborales, es inviable que hayan inversiones locales. Mucho menos van a venir extranjeras en un contexto tan poco favorable”, admitió el representante de una de las grandes firmas del sector alimentario a BAE Negocios.
Los dueños de las fábricas saben que invertir en Brasil es una tentación que analizan incluso algunas multinacionales que se encuentran afincadas en el país por las conveniencias en el comercio exterior. “Si se profundiza esta idea, invertir en Brasil se convertirá en opción prioritaria para muchos”, alertó otro líder empresario.
No pedirán, sin embargo, una ley de flexibilización laboral local pero insistirán en mejorar condiciones para hacer negocios en Argentina. “Si no hay inversiones de los propios argentinos, ¿cómo vamos a atraer las del exterior? Claramente hay buena imagen por los cambios pero aún no son suficientes para que llegue la plata para producir”, admitió un industrial del sector metalúrgico.
La plena vigencia de la nueva ley de ART en provincias clave -como Buenos Aires, en donde aún no logró adhesión de la Legislatura-, podría transformarse en una señal favorable para la inversión. “El problema acá es que en año electoral todo queda retrasado, y nos quedamos afuera del mundo”, se lamentó una de las fuentes consultadas.